No hace muchos días me animé a hacer pasta fresca en casa. No había hecho nunca y ni siquiera tengo Máquina para pasta fresca
, eso me había frenado en muchas ocasiones, pero al final pensé que por probar no perdía nada y me animé. La pasta a mí no me pareció complicada de hacer ni de estirar con un simple rodillo, así que anímate y podrás hacer rellenos como este, que no tiene nada que ver con los rellenos de la pasta fresca que compras en el súper. Para lo que sí tiene que ser práctica la máquina es para cortar la pasta y para asegurarte de que las planchas quedan bien regulares y se cuece toda por igual. Con el rodillo es fácil apretar más de un lado que del otro y que te quede un trozo más grueso que otro, así que no se cocinarán igual de bien.
Lee la entrada sobre cómo hacer pasta fresca y verás que no tiene mucha complicación. Con esta receta puedes cortar la pasta en tiras y hacer tallarines o cortarla en cuadrados como hice yo para hacer ravioloni, que son muy grandes.
Para cortar la pasta usé un molde para emplatar, con forma cuadrada, pero quedarán igual de bien si usas un molde redondo. Estira bien la masa y cuando esté fina, pero sin que sea fácil que se rompa al rellenar, pon el molde sobre la pasta y presiona. Yo lo hice sobre una tabla de madera y le di unos golpecitos al molde con el mismo rodillo de amasar. Así no tienes que hacer nada de fuerza.
Cómo hacer cebolla caramelizada
Para hacer la cebolla caramelizada pica 3 o 4 cebollas dulces o chalotas y rehógalas a fuego lento con un poco de aceite y una pizca de sal. Cuando la cebolla empiece a estar transparente añade tres cucharadas de azúcar moreno, remueve y deja cocer a fuego muy muy lento removiendo de vez en cuando. Yo lo cocino con una cazuela que tiene tapa, de modo que lo dejo tapado y va sacando jugo. Cuando quiero terminar la cocción, saco la tapa y dejo que la salsa reduzca.
La cebolla estará hecha cuando haya reducido su tamaño considerablemente, será fina y transparente aunque ha tomado el color marrón del azúcar.
Con ayuda de una espátula saca la cebolla y ponla en un bol. Con la salsita que ha quedado en la cazuela saltea unas peras cortadas a trozos. Despúes rellena los ravioloni con un poco de pera y un poco de cebolla.
Pon otro trozo de pasta para cerrar y presiona con los dedos o con ayuda de un tenedor. Yo probé de ambas formas y encontré que se cierra mejor si presionas con los dedos. Si has usado harina para estirar la masa no te preocupes, al hervir se irá toda.
Calienta agua en una olla grande, donde quepan todos y cuando hierva agrega un poco de sal y los ravioloni. Empiezan a estar cocidos cuando flotan, no obstante, como la pasta era un poco gruesa yo lo dejé dos o tres minutos más. Alíñalo con aceite de oliva virgen y un poco de queso parmesano rallado al instante. Buenísimo.